El agua
es un compuesto esencial de muchos alimentos. Puede encontrarse en los medios
intracelulares o como un componente extracelular en los vegetales
así como en los productos de origen animal. Se puede entender su función como
la de favorecedor de la dispersión de diferentes medios así como la de un disolvente
de una gran variedad de productos químicos. Es necesario el estudio del agua en
los alimentos debido a su presencia en ellos, la comprensión de sus propiedades
y concentración hace que se pueda controlar por ejemplo la química del
deterioro y la micro biológica de los alimentos.
Los distintos alimentos contienen diferentes cantidades de agua. Este agua
por si misma es un factor determinante en la conservación y seguridad
alimentaria. Ya que la cantidad de microorganismos que puede contener un
alimento está directamente relacionada con la cantidad de agua que este
contiene. Más del 60 % del líquido que consumimos
solo lo recibimos en forma de agua, zumos, café, infusiones o refrescos.
El resto proviene de los alimentos entre los que cabe destacar las
verduras y frutas: sólo este grupo nos aporta cerca del 20 % del agua
diaria que necesitamos.
Hay que mencionar que algunos productos como la ensalada, el tomate, el
pepino, la sandía contienen más de un 90 % de agua, el resto lo recibimos más o
menos así: un10 % proviene de los productos lácteos (algunos quesos poseen
hasta un 50 % de agua), un 8 % de los hidratos de carbono (pan y cereales) y el
2% restante de la carne, pescado, huevos, etc.
La mayoría de las carnes poseen un 50% de agua, más aún en el caso de aves y
algunos pescados como el lenguado o el bacalao, que llegan a tener hasta un 75
% de agua, en tanto el porcentaje asciende al 85 % en el caso de los mariscos.
Elaborado por: Christian Castillo
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